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Opinión

Tiempo de mujeres, la nueva política mexicana

Tiempo de mujeres, la nueva política mexicana
  • Publicadodiciembre 4, 2023

Por Pamela García. La Mal Pensada.

Perdí mucho tiempo pensando en una propuesta para estas columnas, de pronto entendí, la mejor propuesta es abrir más preguntas ¡síganme!, las mal pensadas.

Está a la vuelta de la esquina el proceso electoral 2024 y será por demás relevante, si ponemos en realce que por Ley (y no porque así lo quisieran los compañeros varones) tendrá que haber representación y participación de las mujeres en el escenario político para cumplir con el aspecto de equidad de género.

Es así como mañosamente, fueron convocadas las esposas de los referentes políticos a todo lo ancho del estado de Hidalgo, como si el trabajo en territorio se pudiera transmitir por ósmosis al dormir en la misma cama. Sin embargo, también surgieron las circunstancias idóneas para que las pocas, poquísimas mujeres con incidencia política vieran un claro de sol en medio de la penumbra histórica del olvido.

De tal suerte, se conformó un amplio abanico del cual, todavía desconocemos hasta donde se pueda desdoblar, pasando por perfiles nacionales como: la narcisista Sandra Cuevas hasta la progresista Clara Brugada, pasando por la neutral Claudia Sheinbaum; todas ellas, son un botón de muestra en esta mercería que llamaremos la nueva política mexicana. Lo que sea que eso signifique será escrito por varias plumas, desde la pluralidad de un México agrandado por el abrazo cariñoso del Humanismo Mexicano propuesto por el mejor político contemporáneo que ha tenido nuestra nación, Andrés Manuel López Obrador.  

El planteamiento que propongo es dejar algunas provocaciones sobre las expectativas que debería incluir esta nueva forma de hacer política:

Hacer más anchos los caminos

Así como lo planteó Tatiana Clouthier en alguna entrevista, las mujeres, al ser protagonistas de la vida pública del país, tendrán el reto de ensanchar los caminos por donde transiten las diversidades, las minorías y las mujeres que vengan detrás, porque ¿qué sentido tendría hacer vereda sino para ampliar las oportunidades de quien sigue tus pasos?

Un té antes de la guerra

A las mujeres se nos han conferido los superpoderes de la empatía y la escucha activa, si eso es cierto, entonces la promesa es que al menos tendríamos que ser más sensibles a las necesidades del pueblo. Algunos dirán, escuchar no resuelve nada, pero si tomamos en cuenta que el primer paso para resolver un problema es el diagnostico, entonces, probablemente hayamos dado en el clavo. Además de eso, me voy a tomar la libertad (porque ¿cómo chingados no? si es mi espacio) de citar a Blase Pascal: “todos los problemas de la humanidad provienen de la inhabilidad de los hombres a estar sentados en silencio en un cuarto a solas”.  Así que, mejor tomemos un té para calmarnos y analizar la situación, antes de hacer la guerra.  

Pelea como niña

Si bien la política ha tenido algunos referentes femeninos a nivel internacional, se ha comprobado que estos cuadros gobiernan desde la misma mística política varonil de siempre, por eso a Margaret Thatcher le decían la Dama de Hierro o a Angela Merkel la tachaban de autoritaria. Habría que crear una ideología y mística política que represente la energía femenina; algo así como el escudo de flores de nuestros ancestros prehispánicos, que desde la efímera sensibilidad se tenga la justa firmeza para gobernar. Queremos tener la oportunidad de crear una nueva forma de hacer las cosas, una nueva forma de vivir, una nueva manera de expresar la actualidad que nos atraviesa. 

Hacer ejercicio con un solo brazo

Parece tonto que alguien quisiera hacer bíceps solo con un brazo, se requiere, lógicamente, ejercitar ambos brazos. Suena hasta tonto, pero es lo que históricamente ha pasado al relegar a las mujeres a un segundo plano, siempre espectadoras, nunca protagonistas. Pues ya no más, ahora nos toca ser las grandes protagonistas y aportar nuestros saberes para el desarrollo de los territorios y es que, las mujeres sobrepasamos en número la mitad de los habitantes de Hidalgo, debemos tener representación en la toma de decisiones y la oportunidad de ser votadas. No solo eso, tenemos el derecho de ser formadas, de ejercer ese 5% del presupuesto a los partidos políticos que deben destinarse a formar liderazgos femeninos. Porque también las mujeres pagamos impuestos, somos jefas de familia, somos dueñas de nuestras propias empresas y conocemos muy bien la otra parte del mundo de la que poco se habla, de la que menos se escribe.   

Hasta aquí dejaremos la primera entrega de esta columnista que tiene por objetivo ser la que provoque la reflexión, sin importar lo incomoda o dolorosa que pueda llegar a ser, esa conversación que se debe tener para avanzar. Pues este espacio de creación utópica es para eso, para caminar.

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