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Planes Municipales de Desarrollo; inclusión y participación

Planes Municipales de Desarrollo; inclusión y participación
  • Publicadodiciembre 3, 2024

Columna de Adan Amajac

En un estado tan diverso y complejo como Hidalgo, el desarrollo local se convierte en una pieza clave para lograr el progreso general. Dentro de este panorama, los Planes Municipales de Desarrollo (PMD) en el estado juegan un papel fundamental, no solo en la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes, sino también en la construcción de un modelo de gobernanza más eficiente, inclusivo y sostenible. Estos planes como instrumentos de planificación estratégica deben guiar las políticas públicas de cada municipio, ajustándose a sus particularidades y necesidades locales.

Según el artículo 47 de la Ley de Planeación y Prospectiva del Estado de Hidalgo, los Ayuntamientos tienen seis meses, contados a partir de su toma de protesta, para emitir su Plan Municipal de Desarrollo; es decir, estamos a la mitad del plazo establecido. Por mandato legal, todos los Ayuntamientos están en el proceso de elaboración de sus Planes de Desarrollo, ojalá que escuchando todas las voces y dándole seriedad a los datos que esbozan la situación de sus municipios para construir de cara al futuro.

Los PMD  deben ir más allá de los periodos de gobierno y pensar en proyectos que fortalezcan la estructura económica y social del municipio; al final de cuentas es el documento que regirá todas las acciones que emprendan los gobiernos municipales. Con la diversidad geográfica, cultural y socioeconómica conocida en nuestra entidad es evidente que para afianzar el desarrollo al que todos aspiramos se deben capturar las particularidades que en el plano estatal y federal son imperceptibles. Los gobiernos municipales que logran elaborar planes de desarrollo bien estructurados, coherentes y partiendo de un buen diagnóstico pueden administrar de manera más efectiva los recursos destinados a mejorar la infraestructura de servicios para con ello mejorar la calidad de vida de su población.

A pesar de su importancia, la integración de los PMD enfrenta retos relacionados con la apatía de la población, falta de seriedad de los ayuntamientos y burocracia anquilosada que ven al documento como un simple requisito y no como el eje rector de sus acciones. A eso hay que sumarle que, aunque no se diga, la mayoría de los Presidentes y Presidentas municipales ya tienen “N” numero de soluciones para colocar en los problemas con que medianamente tengan relación; muchas veces sin la radiografía correcta.

Esperemos que, en la integración final, todas las voces de los diversos municipios sean escuchadas; los tiempos actuales reclaman una nueva gobernanza que permita relaciones más estrechas entre sociedad civil y gobiernos. Los retos son mayúsculos: los PMD deben de estar a la altura de la inclusión y la participación.

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