Murillo Karam, se encuentra en terapia intensiva.
El exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, fue ingresado a terapia intensiva en el Hospital de Cardiología en la Ciudad de México este sábado 22 de octubre, según informó Arturo Nahle García, magistrado presidente del Tribunal de Zacatecas.
A través de sus redes sociales, el también abogado informó que el ingreso a terapia intensiva de Murillo Karam, acusado de desaparición forzada por el caso Ayotzinapa, ocurrió después de una cirugía urgente, luego de que el 20 de octubre saliera de prisión al hospital Xoco por problemas con la presión alta, así como altos niveles de colesterol y triglicéridos.
Arturo Nahle pidió al Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, que “si todo sale bien es impensable que (Murillo Karam) regrese a prisión”. Por lo anterior, el abogado pidió a Zaldívar su intervención en el caso para que se modifiquen las medidas cautelares.
Arturo Zaldívar no respondió de manera pública la petición de Nahle sobre el ingreso a prisión de Jesús Murillo Karam.
En septiembre pasado, Murillo Karam ya había presentado problemas de salud. En aquella ocasión fue trasladado alHospital Balbuena, donde le practicaron una tomografía de tórax por un problema de EPOC que le fue diagnosticado.
Altos niveles de colesterol: el riesgo ‘mortal’ de Murillo Karam
Aunque no se ha comprobado la razón por la que Jesús Murillo Karam entró a terapia intensiva en el Hospital de Cardiología, días antes se supo que una de las razones por las que fue hospitalizado fueron los altos niveles de colesterol y triglicéridos.
De acuerdo con la organización médica Mayo Clinic, “el colesterol alto puede producir una peligrosa acumulación de colesterol y otros depósitos en las paredes de las arterias (ateroesclerosis). Estos depósitos (placas) pueden reducir el flujo sanguíneo a través de las arterias”.
Las complicaciones que puede provocar este padecimiento son:
- Dolor en el pecho.
- Ataque cardiaco.
- Accidente cardiovascular.
Los dos últimos padecimientos, sin la atención necesaria, pueden provocar la muerte.