Epitafio para el 2025
Por el Ing. Jorge Luis Bautista.
El año 2025 se va, ¿Y qué leyenda le pondremos en su lápida?, quizás para muchos, su normalidad les dirá que no se preocupen, que es solo parte de la vida, pero para otros, esos que afrontaron crueles batallas, saben que se deben guardar cosas y hechos del año que se va, y que servirán de elementos para enfrentar lo que viene.
Y para los que llegamos hasta el final de año, sin duda que el primer triunfo es haber llegado y estar, y eso obliga a reconocer una sola cosa que es justa: qué el tiempo, aunque no traiga las mismas oportunidades para todos, sí transcurre igual para ricos, medios y pobres. Eso es y sigue siendo así, porque aún está bajo control de la naturaleza, y el ser humano sigue en su intento porque esto ya cambie, para selectivamente hacer longevos.
–Específicamente, para los hidalguenses, el moribundo año 2025, en qué en lo político y económico, es un año que transcurrió entre desgracias y la confirmación de que la democracia, el desarrollo social y el crecimiento económico van de la mano y se condicionan unos a otros.
No hemos podido vencer la fuerza mal habida de los injustos y corruptos, y a diario nos despiertan con notas falsarias de que ya mero atrapan a Fayad y sus ladrones, cuando bien sabemos que lo protegen a morir, pero que a estas alturas, ya es muy explicable del porqué de estas complicidades.
El 2025 también será recordado como un año más en que la continuidad de las malas prácticas priistas estuvieron presentes, y sus negocios con dinero público siguieron creciendo. Podemos decir sin duda: que los pobres nunca fueron primero.
Se va el año, y los hidalguenses de segunda sufren los daños de la naturaleza, pero también, sufren el desprecio de los que disponen de dineros públicos para ya no solo andar y seguir repartiendo laminas y pollos, sino ya tener el plan de acción con los muchos millones para hacer puentes y caminos nuevos, respetando los nuevos límites marcados por las corrientes de ríos y arroyos.
Pero no, siguen remendando lo que sabemos que mañana será de nuevo arrastrado por la naturaleza, y tapando todo con discursos mediocres de los que mandan y también de los que justifican, para seguir aplicando presupuesto en lo que les es negocio y no en obras que lleven justicia. Eso es un triste EPITAFIO del 2025.
Vimos en el 2025, cómo hasta las luchas colectivas para frenar el deterioro ambiental producto del «progreso», o para someter a una obligada y necesaria evaluación al gobernador, fueron usadas por los gobernantes para generar división. Esa división sin la que no sobrevivirían.
También vimos y estamos viendo, cómo la repatriación voluntaria y a huevo de nuestros hermanos en EEUU, nos agarra desprevenidos, y las autoridades en los Estados como en el nuestro, solo hacen que no ven.
Para cerrar, intento señalar una sola historia de éxito colectivo para nuestra sociedad, (porque de exitosos individuales ya estamos hasta la madre), y no la encuentro. La única, y por lo tanto, la mejor, es que estamos vivos y eso nos da la responsabilidad y posibilidad de provocar que algo malo deje de suceder y ya venga algo bueno para todos. No solo para los de siempre.
¡¡Feliz año 2026!!
