¿Continuidad o cambio dentro de la 4T?: Marcelo Ebrard.

En 1939, se dice que Lázaro Cárdenas, tuvo una muy difícil decisión que cambió el rumbo del país, cuando todo mundo pensaba que su sucesor sería su  Secretario de Comunicaciones y paisano, Francisco J. Mújica, quien era identificado como artífice de las grandes reformas y acciones del Cardenismo. Cuando todo indicaba que el sería el sucesor y que se consolidaría la vía mexicana al socialismo, Cárdenas optó por un militar moderado de nombre Manuel Ávila Camacho, que le dio otro rumbo al país.

Hoy todos identifican que Claudia Sheinbaum es la preferida de Andrés Manuel para que sea su sucesora, encarna y representa fielmente la continuidad de sus ideas y su proyecto de nación, bautizado como la Cuarta Transformación, ha sido una persona cercana a él y se la ha jugado a muerte, por eso es que en 2018, le ganó a Ricardo Monreal, la candidatura para la Ciudad de México.

Hasta ayer, era la favorita en las encuestas, a la que los gobernadores morenistas, le hacen las caravanas, a quien le organizan los eventos, las recepciones y es tratada ya como la candidata oficial, en diversos eventos el mismo Presidente le ha dado ese trato y no hay quien dude que es su favorita.

Y del otro lado está el Canciller, Marcelo Ebrard, quien también ha estado en el equipo de López Obrador, desde que murió su mentor, Manuel Camacho Solís. Fue su Secretario de Seguridad Pública y su sucesor en el cargo de Jefe de Gobierno cuando AMLO se fue como candidato por primera vez a la Presidencia en 2006.

En 2012, era el candidato natural de la izquierda para la Presidencia de México, pero López Obrador, le pidió que diera el paso a un costado, y Ebrard lo hizo, le dejo el paso, todos conocemos la historia, ganó Peña Nieto y Ebrard, tuvo que salir por pies, por la persecución política que emprendió el regreso del PRI a los Pinos.

Hasta la nueva campaña de AMLO, en 2017 es cuando regresa de su exilio en París y hoy es el poderoso Canciller, que ha tenido intervenciones exitosas y arriesgadas sobre todo en las relaciones con los países latinoamericanos y con Estados Unidos, su trayectoria, su paso por el gobierno de la Ciudad, y su visión de una izquierda más a la europea, mas social demócrata es la que hace que su figura se perciba como el lado B de AMLO, es decir si se fiel y cercano, pero no será la continuidad del tabasqueño, llegará e impondrá su sello, ya sin la pobreza franciscana y la austeridad republicana, una 4T diferente. Y ese es su problema, y también su oportunidad.

Es el que puede sumar a sectores, a personajes que se han alejado de Andrés Manuel, a Ebrard se le han realineado las cosas y hay quienes creen que puede terminar siendo el candidato de Morena y si no hasta de los de enfrente y eso también es malo, pero la historia dice que a veces los Presidentes toman decisiones inesperadas, como Lázaro Cárdenas.