Zenteno ¿La lealtad, se premia?
Columna de opinión por José Sandoval
Fueron muchas las ocasiones en las que el Jefe del Ejecutivo estatal, pidió la “cabeza” del Delegado de Programas Federales en Hidalgo, Abraham Mendoza Zenteno, las mismas que dicha petición fue denegada. A pesar de la incomodidad sistemática del tulense a la primera figura estatal, su caída no les fue concedida, durante 6 años a través de la prensa local y el radio pasillo, se dio por hecho la inminente caída del doctor, faltaba cosa de una semana, una mes para que ocurriera, hasta engrosaron listas con los nombres de quienes ocuparían el lugar a su despedida.
Mendoza Zenteno, es un político peculiar, no convencional de las formas y modos del grueso de actores de la izquierda local. Omar Fayad, lo alucinó cuando fue dirigente estatal de Morena, jamás aceptó reunirse con el famoso Simón Vargas, Secretario de Gobierno y mucho menos avalar los acuerdos que Omar Fayad, tenía con la oposición de entonces. La relación era abiertamente mala. Pese a eso López Obrador, le nombró como el Super Delegado de su gobierno en Hidalgo, así fue como les llamaban a inicios del sexenio del tabasqueño, porque según serían todo poderosos, mandando a todas las dependencias federales en la Entidad. Eso no ocurrió pero lo que si fueron, es que se encargaron de coordinar todos los programas sociales emblemáticos del gobierno obradorista: Jóvenes construyendo el futuro, Pensión para el Bienestar, Becas “Benito Juárez”, Bancos del Bienestar, Sembrando Vida, La Escuela es Nuestra, Las Universidades, La vacunación contra el Covid, los fertilizantes, etc.
Muchos han anotado y con mucha razón, que cualquier otro político, en el lugar de Zenteno, habría capitalizado para si mismo, el manejo de todos estos programas, la estructura de servidores de la nación que llegan hasta el último rincón del Estado y una millonaria inversión y miles de beneficiarios de los diferentes programas, y habrían obtenido una ganancia personal. Entonces, vienen las críticas sobre su proceder al respecto, y los comentarios maliciosos. En sus filas, en la de sus adversarios internos y externos, mucho se seguirán preguntando ¿qué pasó ahí? ¿Por qué no fue Gobernador o Senador de la República o Diputado Federal?. Es una pregunta que tal vez, solo él, conozca la respuesta exacta. Especulaciones sobran.
Lo que si es cierto, es que se mantuvo leal al movimiento político que ayudo a construir en Tula, y en todo Hidalgo, cuando muchos de los que hoy son sus compañeros de viaje, trabajaban en los otros partidos, desde la dirigencia y sobre todo desde el gobierno, se ocupó de cumplir con sus tareas y colocó a la Delegación de Hidalgo, entre las 5 primeras en desempeño en todos los programas que les tocó ejecutar. No hay escándalos de corrupción, por lo menos en lo que respecta a las oficinas centrales, mantuvo una línea de congruencia con el Presidente, sobre la austeridad republicana, eso también le ganó burlas y críticas, por ser fan de la ruta de la garnacha, difícilmente se le vio en los desayunaderos de costumbre de la denominada clase política hidalguense, o en autos blindados, con decenas de guaruras, tampoco apareció en las portadas de las revistas de sociales, para que al final de estos seis años muchos se pregunten ¿Y sirvió de algo, este perfil mantenido? ¿este tipo de lealtad, se premia?, ¿Después de no ser Gobernador, ni Senador, que sigue?: Él dice, que no tiene tema, en volver a su consultorio, eso es algo incomprensible para la política en una entidad, en la que innumerables funcionarios, con menor rango, han salido forrados de dinero.
¿La lealtad de este tipo, recibe pago?. Muy pronto lo sabremos, tal vez en el transcurso de esta semana, o durante el mes de octubre. Se rumora que, muchos se frotan las manos para llegar al lugar que dejara vacante. ¿Y si no se va?, ¿será que puede venir la revancha política?, ¿Qué reverdecerán sus posibilidades de llegar a un cargo de elección popular? Mas pronto de lo que se imaginan, lo sabremos.