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¿Y los compromisos del Gobierno, señor Olivares?

¿Y los compromisos del Gobierno, señor Olivares?
  • Publishedjulio 31, 2025

Economía versus Política

César Peña *

La última vez que el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, citó a los representantes de los medios de comunicación, allá por el mes de mayo, para platicar sobre una agenda abierta, me negué por dos motivos centrales.

El primero, que en la primera reunión del 12 de noviembre del año pasado, el funcionario intentó regañar a los representantes de la prensa cuando debió primero que nada, conocer el malestar, preocupaciones y situación de la prensa. Eso nunca sucedió y por el contrario, sólo sirvió para que el funcionario quisiera dar clases de periodismo y ética mientras ignoró lo que expresaron algunos comunicadores.

Evidentemente no me prestaría a un nuevo monólogo, a una charla donde no había lo que ha consagrado la 4T, de “ida y vuelta”, para terminar en nada como ocurrió la primera vez, en un ambiente lleno de eclecticismo y subordinación.

El Gobierno morenista actual en la entidad, desde luego, en ambas intervenciones busca compromisos con la prensa lanzando una agenda pero olvida que desde ese lado no se han cumplido los compromisos hacia la prensa.

No se puede pasar por alto que Julio Menchaca depositó su palabra de apoyar a las micro y medianas empresas y que eso no ha sucedido con la prensa, que siendo empresas de diversos tamaños, sólo se ha contentado con apoyar a las grandes firmas editoriales y olvidando a las pequeñas, que se debaten en la sobrevivencia con números rojos y a punto de la inanición.

Guillermo Olivares ha delegado la tarea de las relaciones con la prensa a su inepto oficial mayor, Édgar Orlando Ángeles Pérez lo mismo que a los ineficientes directores de Comunicación Social que sólo se han enriquecido con su cargo, sobre todo el primero, Eduardo Iturbe, que aunque ya está fuera desde hace meses, sigue cobrando a través de las empresas periodísticas que ex professo creó.

La prensa sigue ninguneada y hasta maltratada por el Gobierno. No hay que olvidar que sigue vigente en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como entre los municipios la orden de vetar a la prensa incómoda y crítica. Se habla de libertad de expresión pero se imponen límites a esa libertad y se permite que  funcionarios operen libremente esta Ley Mordaza.    

Es decir, mientras Olivares pide a este lado compromisos, se olvida de los compromisos del Gobierno con la prensa y hasta se hace el loco cuando se le recuerda que ha fallado en ellos y hasta en su trabajo como representante de la política interna de la Cuarta Transformación.

Olivares se comporta más como emisario de un Gobierno priísta; inflado, déspota, ingenuo pero a la vez cínico en temas que obligadamente exigen alta responsabilidad y sobre todo humildad, pero todo lo contrario, luce inamovible y con un aire ramplón y soberbio que los tricolores le envidiarían.

Va la mitad del camino para el Gobierno de Julio Menchaca y ya Olivares sobre desde hace mucho. El costo del descrédito se sigue acumulando para esta administración que no quiere articular maniobras distintas que las ya transitadas por sus antecesores que hoy ya son parte de la historia.

Los oídos sordos son también, otra forma de hacer política según muestra la 4T.

* Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia.

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