Siempre por Dinero

Por Jorge Luis Bautista
Supongo que hubo algunas épocas en que el servicio público era por vocación y deseo de progreso colectivo. Tenemos aún, moribundos ejemplos de personas que, aparte de su valioso tiempo, también pusieron parte de su patrimonio familiar para lograr vencer a alguna incomodidad colectiva.Escuelas que se hicieron en épocas en que tener un saco de cemento, significaba 10 horas de penosa carga a espalda humana, o en el lomo de un animal de carga.
Esto viene a mente, cuando leo que hoy, ya ningún “servidor público” da un paso sin huarache, al grado de que la discusión más recurrente en toda oficina pública de cualquier nivel de gobierno, es por el maldito dinero.
No está en la mesa de gobernantes y gobernados el tema de qué hacer, con que hacerlo, cuándo y para qué; No, lo acalorado de la discusión entre burócratas apátridas, es que hay que pedir más, y más y más dinero público y aplicarlo dónde nos convenga , si para eso se ganó la elección.
Este pensamiento dio origen a la disputa perruna por los espacios de poder y con presupuesto, tragándose en su paso, a lo que en las aulas nos dijeron que es la democracia.
Por ejemplo, nos acostumbraron a qué los recientes gobiernos estatales, ( de Murillo a Fayad), en su primer año de gobierno, enviaban al Congreso Estatal, la “solicitud” para endeudar a la administración, comprometiendo a las futuras participaciones que la Secretaria de Hacienda les otorga. Más bien, reduciendo las posibilidades de un futuro menos incómodas para sus gobernados, en especial, de aquellos que no viven ahí donde están sus intereses mercantiles.
Con la actual administración, creía que ya habíamos superado este mal y depredador hábito, pues casi llegamos a la mitad del sexenio y no se había solicitado, eso que hoy quieren disfrazar de “ampliación presupuestal”, Pero que no es más que un crédito con la banca privada, esa banca que es feliz haciendo negocios con los gobiernos incautos,(no cautos), por no llamarles más feo.
El problema, aparte de gastar mucho más de lo que dijeron en su plan Estatal comprometido, va hasta lo terrible de aplicar la parte que se les antoje de este crédito, en cuestiones no prioritarias para el desarrollo equilibrado e integral de una entidad que arrastra penurias porque sus gobiernos estatales nunca han tenido la indispensable responsabilidad de saber llevar a Hidalgo a otro destino..Y eso se consigue solo a través de la planeación democrática y participativa.
En lo micro, está comprobado, que cualquier grupo social se motiva cuando se le dice, después de haber vivido sus carencias, qué acción en obra o servicio se debe atacar..Todos lo entienden y aceptan, porque lo viven, y, sí se les invita a también participar con mano de obra, dinero o materiales, lo hacen gustosos.
Pero justo está virtud hemos destruido, para que en el desorden de la división política, religiosa, de la falta de unidad y solidaridad interna y de la desarticulación de los esquemas organizativos que algún día nos heredaron otras generaciones,salgan ganando los más abusadillos y abusadores .