Recursos Hídricos, otro reto para Claudia Sheinbaum.

Por Pamela García

Siendo originaria de Francisco I. Madero, municipio de la región geo-cultural del Valle del Mezquital, toda mi vida he visto las consecuencias territoriales del estrés hídrico y las problemáticas sociales que detona.  Incluso, hace unas semanas un grupo de vecinos se manifestaban por “Las Aguas Negras” en el libramiento hacia Progreso de Obregón, pareciera que no pasan los años por este tema, pues poco se ha hecho para solventarlo de raíz. 

Lo rescatable es que ahora, nuestra futura presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, ha propuesto el Plan Nacional Hídrico como respuesta al reto del abasto y la optimización en su uso.  Este Plan incluye tres acciones fundamentales: en primer lugar, se propone cambiar la Ley Nacional de Agua para liberar los derechos del agua, lo que permitiría ampliar la tecnificación del riego y así, poder disponer de mayor volumen del recurso para la producción agropecuaria. 

En segundo lugar, el Plan Nacional Hídrico se centra en la reutilización del agua y la explotación de nuevas fuentes, como la técnica de desalinización de agua de mar, algo que ya se lleva acabo en el norte de México con bastante éxito.

Además de ello, serán relevantes para este Plan, los acuerdos de abastecimiento y el fortalecimiento a la infraestructura actual para atender este gran reto. No olvidemos que en la zona metropolitana de Monterrey esta fue la solución a su problemática de estrés hídrico local.

Sin embargo, algo que considero que definirá el impacto real de este Plan, es el grado de coordinación que Sheinbaum pueda generar en el área metropolitana que conforman la CDMX, Estado de México e Hidalgo. Recordemos que han sido varias ocasiones las que se han inundado municipios de Hidalgo por una inadecuada gestión en CDMX, debemos aprender del pasado o estaremos condenados a repetirlo.

Por último, yendo a lo más granular, habría que evaluar la eficiencia en la gestión de los módulos de riego y revisar su estado jurídico para dar certeza a los usuarios.

Sea o no una solución definitiva, este Plan Nacional Hídrico es un buen comienzo, al menos demuestra preocupación por el tema, veamos su instrumentación y si permea hasta los municipios de Hidalgo.