PRI y PAN no vieron venir a los guindas, y ahora no ven al naranja, en el retrovisor.
Por José Sandoval
Mientras que Claudia Sheinbaum, anuncia que tiene como meta construir 3 mil kilómetros de trenes de pasajeros durante su sexenio, ocupada en lo que será lo que ella denomina el segundo piso de la 4T, es decir hace cuentas para administrar la abundancia, en la oposición agarran a patadas, las puertas del Pepsi Center, para entrar a impedir la reforma estatutaria del PRI, que presuntamente le permitirá a Alejandro Moreno Cárdenas, poder reelegirse hasta el 2032 al frente del Comité Nacional del Tricolor. El campechano está uniendo a todos los priistas que sobreviven, en su contra, después de los malos resultados, estaban esperando que hiciera dos pasos al lado y dejara que alguien más se encargue de la nave estropeada, finalmente el campechano, será senador plurinominal de 2024 a 2030, (el mismo se puso al frente de la famosa lista pluri). Pero como “Alito” no se anda con chingaderas, ha logrado una reforma interna, para poder ser reelecto hasta el 2032. Tal vez, tenga dos propósitos, celebrar los 100 años de la creación de su partido, y también ser el último dirigente nacional del mismo, lo que ocurra primero.
En el PAN, Marko Cortés, también se encargó de poner a salvo su cabeza por los siguientes 6 años mediante una senaduría plurinominal, en el PAN es inconcebible, que el de Michoacán, busque una reforma interna que le permita reelegirse, su tradición de democracia interna en el PAN lo hace inviable, también tiene una importante cantidad de enemigos internos, que le dicen que ni siquiera lo piense. Sin embargo todo apunta en que el grupo de Cortés, ya tiene candidato a la dirigencia nacional y que serán los mismos que seguirán al control del mando y con ello seguirán controlando, candidaturas, alianzas políticas y las migajas de las plurinominales. Pero eso no es lo novedoso, todos en todo el tiempo lo hacen, En muchos Estados, el PAN tuvo un retroceso histórico, hasta una etapa de moribundo, muchos aseguran que sigue a pasos agigantados el destino del PRD, lo cual es una exageración, pero se esfuerzan en ir hacia allá.
Morena, tiene sus propios problemas de ser un movimiento, más que un partido, dependiente en gran medida de la fuerza de López Obrador, pero ese es otro tema. PAN y PRI, están haciendo lo necesario para seguir cayendo. Hace algunos años, no vieron venir a Morena, que los desplazaría del poder un sexenio y luego por dos sexenios, confiaban en que AMLO sería el eterno perdedor y ellos los eternos ganadores, se les olvidada que ni las victorias, ni las derrotas son para siempre. Hoy tampoco están viendo que Movimiento Ciudadano, ya se les acercó por el retrovisor, y que si siguen por el camino que han llevado, en 2027 -a la vuelta de la esquina- podrían ser desplazados del papel opositor de la 4T, y llegar al borde de la extinción, muchos creen que no pueden estar peor que hoy, pero si lo pueden estar, el PRD, vio también venir su extinción y no hizo nada para evitarla, muy por el contrario, piso el acelerador.
Dirigentes del PRI y del PAN se aferran en matar a la gallina de los huevos de oro, su visión al parecer es que comerse los huevos de oro en una tortilla (omelet) y que ya no haya un mañana para ninguna otra generación bajo esos colores partidistas. Son los irresponsables conductores de un vehículo que cree que le puede ganar el paso al tren y terminan siendo arrollados, mientras se aseguran de ser los únicos que estén dentro del vehículo. El capítulo Hidalgo, tanto del PAN, como del PRI, en el siguiente capítulo de esta colaboración para Acento.