Premio Nobel de la Paz, desprestigiado y manipulado

Economía versus Política, por Cesar Peña.
Desde que el Premio Nobel de la Paz fue entregado en el año de 1973 a Henry Kissinger, un criminal represor estadounidense que fue secretario de Estado y responsable de invasiones y guerras, el Comité Noruego del Nobel comenzó a vivir un gran desprestigio que se agudizó en diversos periodos cuando se nomina a lo más vil y nefasto de la humanidad para este cargo que debería ser para gente de reputación e historial intachable.
Kissinger fue asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos en el periodo de Richard Nixon en la parte final de la guerra de Vietnam y su intervención fue clave en los golpes de Estado en Latinoamérica durante la década de 1970. Participó en el establecimiento de regímenes autoritarios como el de Hugo Banzer en Bolivia o el de Augusto Pinochet en Chile. Apoyó a la Junta Militar en Argentina durante la denominada «guerra sucia» y al dictador indonesio Suharto durante la mortífera ocupación de Timor Oriental.
Pero Kissinger no ha sido la única “equivocación” en la historia de este galardón, otros que han estado en esa penosa lista han sido Isaac Rabin, uno de los primeros genocidas del naciente estado israelí que comenzaron la expulsión de palestinos en 1948.
Rabin fue nombrado Ministro por el controversial David Ben-Gurión, participando de las conversaciones de Rodas entre Israel y Egipto, que redactaron las condiciones del armisticio y cese el fuego entre ambos países sin embargo, en el marco de la Operación Dani, que supuso la conquista israelí de las ciudades árabes de Lydda y Ramle, Rabin firmó la orden de expulsión de los 50.000 habitantes de ambas ciudades.
Otros sujetos oscuros que han recibido el Premio Nobel de la Paz son Jimmy Carter, quien más allá de sus reformas y logros económicos en su país, fue quien inició la guerra contra Afganistán lo mismo sucede con Barack Obama, el ex presidente que condujo siete invasiones a otros países en su periodo. Todos unos criminales con las manos ensangrentadas.
En el año de 2007, el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, recibió el premio pese a que fue parte de los excesos de la administración del acosador sexual Bill Clinton y de ser corresponsable de dividir a las familias migrantes en la frontera sur al aprobar medidas severas. Se le dio el Nobel por sus esfuerzos sobre el cambio climático, olvidando como con los anteriores, todos sus crímenes.
Ya ni que decir del entregado en 1979 a la madre Teresa de Calcuta, una religiosa que encabezó a las Misioneras de la Caridad, quien revelaría que en muchas ocasiones sólo dejaba morir a la gente al ver que el sufrimiento las purificaba, una auténtica aberración.
Hoy el Nobel de la Paz acaba de cometer un error más al darle el galardón a una mujer proyanqui como Corina Machado, quien pide el intervencionismo en su país para acabar con el régimen de Nicolás Maduro. No hay más que nuevamente el Premio tiene un tinte político al haber personajes como Greta Thunberg, con muchas más credenciales y con la lucha para haberlo recibido justificadamente y quedar fuera de un plumazo.
- Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia.