¡Otro Pipazo, ahora en Tizayuca!(Aún podemos evitarlo).
Aldo Suah Islas Ruiz.
Politólogo.
Hoy sábado a medio día, en punto de las 12:52 p.m. sobre la Carretera Federal km 45, carril sentido CDMX — municipio de Tizayuca, Hidalgo, vuelca una pipa de gas l.p., donde cargaba más de 45,000 litros, derivado del sobrellenado de la misma, en una curva descendente y posible fallo de válvula, vuelca y estalla dejando a más de 63 lesionados en Hidalgo, varios muertos y heridos quedaron en la zona.
Los cuerpos de emergencia actúan de manera rápida y efectiva pero el siniestro fue inminente sin manera alguna de rescatar a más vidas inocentes. La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo hace presencia junto al Gobernador y Presidenta Municipal de Tizayuca para coordinar y supervisar las labores de rescate.
Esto es una simple simulación realizada por la IA, donde no tan alejados nos encontramos de vivir uno de los accidentes más catastróficos en la historia carretera del País, semejante al accidente del 10 de septiembre en el Puente de La Concordia, sobre Calzada Ignacio Zaragoza, alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México, donde ha dejado a 8 muertos y posiblemente 9, y a más de 90 lesionados.
Las normas federales de regulación, transporte, almacenamiento y distribución, así mismo la operación, mantenimiento vehicular, equipamiento, plantas y accesorios de gas l.p., en Hidalgo, es sumamente observable para evitar este tipo de tragedias, donde pocas compañías, y aseguró, muy pocas cumplen con las normas federales y estatales en Hidalgo. Reglamentos municipales donde indiquen horarios y rutas establecidas de dichos vehículos que son bombas de tiempo en nuestras comunidades y Ciudades.
Hago un llamado a las autoridades correspondientes, Congreso Local, Poder Ejecutivo, de Protección Civil y municipales para que atiendan dicha problemática, ya que a nivel local, no existe un padrón de las empresas dedicadas a la venta de gas l.p., una frecuencia de inspecciones y de registro público detallado, normas estatales que obliguen el uso de GPS, limites de velocidad y un seguimiento exhaustivo y constante en plantas distribuidoras.
El accidente en el Puenta de «La Concordia», no es sólo una tragedia vial, es la evidencia de un Estado que falla en su función reguladora. La sobrecarga normativa en el papel contrasta con la débil capacidad institucional para vigilar, sancionar y transparentar el transporte de sustancias peligrosas.
