Llegaste tarde

Por Ing. Jorge Luis Bautista
Respecto a los 30 millones de votos que hace 7 años le dimos a AMLO, y que de poco a nada sirvieron para modificar las estructuras de dominio y explotación creadas en los casi 100 años anteriores, me dice una analista hidalguense, que fue muy tardía nuestra reacción, y que llegó nuestro salvador, cuando ya estábamos listos para la necropsia.
Vimos y vemos, que el «Peje» no quiso, no pudo o no lo dejaron, tan siquiera poner los cimientos para lo que la sociedad mexicana necesita y anhela..
Reciclar formas, modos, vicios, trampas y personajes siniestros, fue lo que nos dosificó. Destruir sin miramientos aquella noble esperanza puesta en su persona, puede ser el acto más terrible del presente siglo de traición a esta sociedad atribulada.
Traicionar a Morena, a su propio engendro y creación, al grado de que, sin decirlo, los fundadores, esos pobres ilusos, amantes de su patria, cuya precariedad los predispone a creer que cualquier barbón es Jesucristo, saben perfectamente que AMLO destruyó a su partido, y hoy están en plena deriva, sin partido que los cobije, sin opción, ni plan «b», y que, la luz al final del negro túnel, está a varios sexenios por delante. Al grado de qué deberán ser otras generaciones los que le cobren la afrenta a don Peje.
Lo único rescatable de esta experiencia, para algunos son las dádivas económicas disfrazadas de justicia social, y para otros, el aprendizaje de que la transformación real y genuina, solo se logra arrebatando el hueso a los perros rabiosos por medio de la oferta de otras formas de gobierno, pero acompañada de garra y testosterona, para que lubriquen ese cambio real..
Insisto en lo que para mí fue y es el daño más grande en el campo de la política, causado por los simuladores y tomadores de pelo. Eso de que, lo que para los neoliberales del «Salinato» fueron las concertacesiones, hoy, con menos gracia y aseo, las vemos en la protección a exgobernadores saqueadores y ligados a los criminales, a cambio de simular la derrota de su moribundo partiducho..
Lo mismo hacen en los municipios, al grado de que, nunca como hoy, las familias caciquiles habían tenido tanto poder sobre el dinero público. Todo auspiciado, fomentado y diseñado sobre la base de la credibilidad que un día le tuvimos al buen Peje. Pero que ya se está acabando. O que ya estamos abriendo los ojos ante tanta maldad política .