La crisis de la derecha en México.
por José Sandoval
¿Se imaginan el resultado electoral de la derecha mexicana con Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Lilly Téllez o Claudia Ruiz como su candidato o candidata presidencial en junio de este año?
Solo es cuestión de remontarse a hace un año, cuando había cerca de 20 nombres de posibles aspirantes de la oposición, y ninguno de ellos alcanzaba ni siquiera el 10 por ciento de intención de los votos, fue hasta que surgió la figura de la hidalguense Xóchitl Gálvez, que la oposición pudo aspirar a ser medianamente competitivos y no ser arrollados por Morena y sus aliados.
Xóchitl Gálvez, con su forma de ser que muchos odian, pero otros admiran, logró rescatar a la oposición y darles un derrota más digna, así como la posibilidad que logaran ganar posiciones legislativas en todo el país. De hecho esto último fue lo que hizo que PRI, PAN y PRD se olvidaran de la candidata y se dedicarán a mal cuidar su huerto, asegurar que sus dirigentes nacionales y estatales, obtuvieran la beca plurinominal, que les permita 3 o 6 años estar en la jugada política y con el ingreso económico que representa un cargo de elección popular.
La derecha electoral mexicana, está en la peor crisis de su historia, después de haber dejado el poder hace apenas 6 años en medio de una serie de escándalos ligados a la alta corrupción de Enrique Peña Nieto y sus funcionarios cercanos que se despacharon con la cuchara grande, aquella imagen es en gran medida la que hizo posible la llegada de Morena al poder y su refrendo hace unos meses en el mismo. Porque la derecha ha sido incapaz de deslindarse de esa imagen corrupta, que los persigue y hace imposible que millones los vean como una opción política.
Por el contrario, su pasado muy reciente los condena a estar “amarrados” al control del gobierno actual, es su enriquecimiento inexplicable y su adicción a hacer negocios con el dinero público, lo que les impide avanzar. Hace dos años, el Congreso de la Unión, inicio un proceso de desafuero contra el diputado Alejandro Moreno Cárdenas, quien también funge como dirigente nacional, cuando se acercaba la elección se veía inminente su desafuero a causa de una seria de anomalías financieras en su paso por el gobierno de Campeche, hoy a unos días que termine la legislatura, eso nunca ocurrió, ni lo desaforaron, ni lo enjuiciaron, ni nada, al contrario, el expediente desapareció y el famoso “Alito” se acaba de reelegir como dirigente de su partido y además será Senador de la República, por 6 años. Su llegada enmarcada por una sonrisa de López Obrador, que disfruta que al dirigente del PRI, le llamen “AMLITO”. Esa es la derecha del PRI, y la del PAN esta tanto igual.
Amparados en los votos que les dejo Xóchitl Gálvez, llegarán al Senado, Ricardo Anaya y Cabeza de Vaca, dos panistas, que no pueden poner un pie en México, porque serán encarcelados, llegarán junto a otros más que también traen una cola tremenda, por el tema del Cartel Inmobiliario de la Ciudad de México, al infinito y más allá, llega una oposición domesticada, no por gusto, sino porque los tienen agarrados de dicha sea la parte.
Enumerar las fallas, y las malas usanzas de la derecha electoral en México, sería un trabajo, más arduo que estas simples líneas, pero estas van dirigidas a que es necesaria una derecha seria y “decente” que hoy México no tiene, una derecha sin cola que le pisen, una derecha que no renuncie a su partido para pasarse a la izquierda y purificarse como Eruviel Ávila, Nuvia Mayorga, Alejandro Murat y compañía. Se requieren equilibrios políticos en este país, pero personajes cuyo pasado los condena y los ata a no poder decir nada sin ser exhibidos, no son la opción.
Hay dos personas, que están precisamente tratando de generar nuevas opciones, Eduardo Verástegui, un actor, ligado a la ultraderecha latinoamericana, que vivió capítulos oscuros en el sexenio de Peña Nieto, y la ex alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, que ya brincó en el PAN, PRI, PRD y MC y que nadie toma en serio, ni siquiera sus paisanos que le dieron escasa votación ahora en su aventura al Senado por parte de MC.
La verdad es que la derecha está igual o peor que hace un año, cuando los rescató Xóchitl Gálvez, si volteas a buscar no encuentras quien podría hacer ese contrapeso. Así que aunque Morena se pueda equivocar o quemarse por el ejercicio de gobierno o por la llegada de ex opositores, podría alargar su hegemonía por muchos años ante la falta de una derecha seria, con propuesta y con dirigencias que puedan abrir la boca, sin temor a que se las tapen.
Mientras tanto..
Alejandro Moreno, se asegura de que no surja nadie que pueda hacer esa chamba, y muy pronto Marko Cortés y sus aliados, harán lo mismo con el proceso interno del PAN.