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Islas de calor, desafío urgente

Islas de calor, desafío urgente
  • Publicadoseptiembre 18, 2024

Por Adán Amajac

En las últimas décadas, el fenómeno de las islas de calor ha emergido como una preocupación crítica en las zonas urbanas de todo el mundo. Este fenómeno se describe como aquellas áreas dentro de una ciudad o zona metropolitana que experimentan temperaturas significativamente más altas que sus alrededores rurales o suburbanos. Este fenómeno ocurre debido a la acumulación de calor en superficies urbanas como el asfalto, junto con la disminución de áreas verdes y la reducción de la ventilación natural. ¿Algo de esa descripción le parece común a lo que vivimos todos los días en la zona metropolitana de Pachuca? Yo diría que si. Lo normal sería culpar al cambio climático, un fenómeno que nos afecta a nivel global; sin embargo, también vale la pena recalcar lo que se ha dejado de hacer y en donde debería fijarse atención en los siguientes Planes Municipales de Desarrollo.

Según cifras de la Secretaría de Economía, la población en Pachuca ha aumentado en un 30% del 2010 al 2020. Eso, a pesar de que pareciera que por limites territoriales ya no tiene para donde crecer. Al crecimiento comentado hay que agregar a Mineral de la Reforma y San Agustín Tlaxiaca, dos municipios que se siguen extendiendo con fraccionamientos, más concreto, tráfico vehicular y áreas verdes indignas. Y es que basta con reflexionar un poco para confirmar que en Pachuca y su zona metropolitana no hay un solo parque que realmente sea nuestro pulmón. Al paso de las décadas nos hemos conformado con tener hermosas reservas naturales a unos minutos, sin preocuparnos por nuestro entorno inmediato.

Sin duda, las islas de calor tienen consecuencias graves para la salud pública. El aumento de las temperaturas puede intensificar problemas respiratorios, cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas con el calor, especialmente en poblaciones vulnerables como los ancianos y los niños. Además, el calor extremo puede contribuir al aumento del consumo energético para la refrigeración, elevando las facturas de electricidad y exacerbando la demanda de recursos.

Para combatir el problema se requiere mucho más que solo campañas de deforestación que se ponen de moda cada cierto tiempo, sin planeación ni seguimiento que la mayoría de las veces solo deja árboles secos a su paso. Ojalá que en las consultas que suelen hacer los gobiernos municipales entrantes para formular sus planes de Desarrollo, la agenda verde se posicione realmente como prioritario. En la época dorada de las tecnologías de la información no hace falta inventar el hilo negro, basta con seguir recomendaciones como las de la fundación We are Water o la Agencia Ambiental de Estados Unidos, quienes han posicionado a las islas de calor como tema de atención prioritaria de cara al futuro. Sobre todo, esperemos que mas pronto que tarde, la zona metropolitana de Pachuca tenga un pulmón verde que por un lado, mitigue aunque sea de poco los estragos de las islas de calor y sea un lugar de sano esparcimiento para las familias hidalguenses.

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