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El PRD, la izquierda del PRI, sin hoz, ni martillo

El PRD,  la izquierda del PRI, sin hoz, ni martillo
  • Publicadojunio 11, 2024

La mayoría de quienes están leyendo este texto son muy jóvenes, es posible que hayan nacido después de la caída de la Unión Soviética, que trajo muchos cambios en el mundo, el más importante en materia política en un sentido amplio, el corrimiento de las coordenadas electorales. Así como en el mundo, en México, a partir de la caída del bloque socialista, se dejó de hablar de comunismo y socialismo, paralelo en México, se tenía la llegada del liberalismo social o neoliberalismo, en materia electoral, esto significó la desaparición del Partido Mexicano Socialista, que cedió su registro para el nacimiento del Partido de la Revolución Democrática, pasamos  de la lucha de clases a la lucha por la democracia, tremendo salto. El PRI se dividió entre nacionalistas y neoliberales y en el camino se encontraron los ex comunistas con los nacionalistas tricolores y formaron el partido del Sol Azteca, ya sin hoz, ni martillo.

En la víspera, el candidato del PMS, Heberto Castillo en 1988, decidió sumar sus votos al candidato rebelde del PRI, Cuauhtémoc Cárdenas, abanderado de la vieja guardia de los partidos satélites del mismo PRI, el Partido Popular Socialista y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el Partido Socialista de los Trabajadores, (que captó rápido el mensaje y se convirtió en el Partido Cardenista). Se sepultó la vía comunista, socialista y de lucha de clases. Desapareció la izquierda y los ex  priístas tomaron el control de la opción electoral llamada PRD, que nació el 5 de mayo, fecha que los estadounidenses celebran para decirle al resto del mundo que “América es para los americanos”. Los simbolismos siempre estuvieron ahí.

Los dirigentes del PRD, en su primera etapa siempre fueron ex priístas, sus dos candidatos presidenciales también: Cuauhtémoc Cárdenas en tres ocasiones y 2 veces, López Obrador. La vieja izquierda se agazapo en los rincones, esperando recoger las migajas, en modo de diputaciones plurinominales. Cada que un priísta con posibilidades de ganar, era rechazado por el PRI, corría al PRD para postularse, tenía claro el camino.

El PRD, que hoy está pasando a mejor vida, si bien fue un baluarte para la lucha de la democracia, el sufragio efectivo, la política nacionalista, fue también la clausura del discurso de la izquierda histórica. Fue parte del debate entre los priístas neoliberales que se apropiaron del PRI y los priístas del nacionalismo revolucionario que se apoderaron del PRD.

El paso de PRD a Morena, fue parte del mismo proceso, un personaje de fuerte personalidad encabezando la cruzada electoral, pidiendo regresar a los tiempos del nacionalismo revolucionario, con soberanía energética, propiedad del Estado de trenes, aerolíneas, bancos y una ampliación del gasto social, la izquierda del PRI que no ha dejado de estar presente nunca. En el PRD, se quedaron en un inicio los que no comulgaban con López Obrador, pero poco a poco se fueron convenciendo de las bondades de morena, y ahora el 95% de los que fueron perredistas, ya están en Morena. El partido del Sol Azteca, pereció por falta de militantes y falta de votos, acompañado del desatino de sus dirigentes de aliarse con los partidos que fueron sus opuestos en materia económica, durante sus primeras décadas de vida. El PRD ya solo apostaba a sobrevivir, y pues no sobrevivieron por siempre.

Hoy Morena, con los Murat, los Eruviel, los Fayad, de la Fuente, Ebrard, Monreal, Sansores y Del Moral, son una continuidad de la transmutación del PRI en una supuesta alternativa, pero con los mismos de siempre. En 2018, cuando volvieron a perder, muchos priístas, propusieron cambiarle de nombre a su partido, cambiarle de colores, la realidad los rebaso, ya alguien les había hecho el trabajo. Ahora ya se afiliaron y se alinearon. En el PRI, solo quedan los más tercos, los que algún día también serán vencidos y se irán a esa fuerza electoral que todos en su momento criticaron.

Algún día Murat, criticó a Morena, Fayad lo hizo, Eruviel, Del Moral, Corral y hoy forman parte de sus filas, la lucha por el poder o permanecer en el poder, hace extraños compañeros de viaje.

El PRD, cumplió su ciclo, pero ya está su reemplazo, Morena, la opción electoral de los conversos, que vieron que el PRI ya no era funcional o abandonó sus causas históricas dicen. Una vuelta de tuerca en la historia electoral. Un bucle tremendo que ya nos alcanzó.

P.D. En todo este desasosiego ideológico, ahora si por primera vez, a México, no solo llega la primera mujer a la Presidencia de México, sino la primera militante auténtica de la izquierda desde su juventud. Algo deberá significar.

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