¿El INE desaparece?, ¿es necesaria la Reforma Electoral?, por José Sandoval.
¿En realidad la reforma electoral, pretende desaparecer el INE?, ¿En realidad se propone desaparecer los diputados plurinominales?, ¿En realidad contribuye a la democracia?, ¿Es regresiva o de avanzada?. El debate polarizado como en todo lo que ocurre en México, desde hace años, pone en blanco y negro todos los temas. Así es como en la Ciudad de México y otras ciudades, partidos y grupos de diversa índole, van a marchar en defensa del INE, mientras las corcholatas de Morena, van al país, a promover la Reforma Electoral de AMLO, como lo mejor que puede pasarle a México. Las posturas son total aprobación sin detalles, o rechazo total a la misma.
Preguntemos primero, ¿es necesaria?, considero que no, no es necesaria, las reformas electorales que ha habido en el país, han sido producto de ajustar las leyes a la distorsiones que generan los procesos electorales en el pasado. En el caso de 2018, que sería el referente, ya tenemos 4 años que ocurrió, en ese período de tiempo ahora Morena es la principal fuerza en la mayoría de los Congresos Locales, es mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, y gobierna 20 de 32 Estados del país, y ostenta el Poder Ejecutivo Federal, todo bajo la actual legislación electoral, sin contratiempos mayores, sin reclamos de fraude electoral, si acaso de intromisión del crimen organizado, los gobernadores todos, sea por voluntad o presión, dejaron de ser pieza importante en el resultado de las elecciones de sus sucesores. En pocas palabras, no hay necesidad de andar dando de brincos, estando el suelo parejo. No es necesaria.
¿Desaparece el INE?, no, no desaparece, si acabo cambia de nombre, al contrario le da mayor fuerza, porque se pretende desaparecer los organismos electorales de los Estados, lo malo es que sale más caro el caldo que las albóndigas, el órgano de estudios del Senado, ha calculado en 8 mil millones de pesos, el costo de que ahora se elijan a los Consejeros Electorales por voto directo de la ciudadanía. La pregunta es ¿y quiénes serían los Consejeros?, ¿Cómo harían campaña?, ¿Cuántos candidatos se van a permitir?, ¿Quién pagara sus campañas?, ¿Podrá ser cualquier ciudadano o tendrán que tener el perfil profesional para asumir la responsabilidad política y logística que implicar organizar todas las elecciones en todo el país?. El tema de fondo es quienes serán, porque sería una elección con base en popularidad y no en capacidad técnica, cuando lo que se requiere antes que nada es la preparación técnica para un cargo de este tipo. Pero para ganar, se tiene que ser popular, ¿Podría ser Luis Miguel, algún vocalista de Grupo Firme, alguna modelo famosa?. ¿o personajes cercanos a los partidos políticos, empujados por estos, que es lo que ya ocurre?. Porque si es lo segundo, entonces no cambia nada, salvo el millonario gasto que se haría para elegirlos, con muchos otros riesgos, de que lleguen personas totalmente sumisas al Poder Ejecutivo o a los partidos, o peor, sin capacidad técnica para hacer su trabajo.
Hay varios temas más de por medio, como darle prioridad al financiamiento privado para los partidos, la disminución del financiamiento público, pero la carnada en el anzuelo, ha sido la supuesta desaparición de los diputados plurinominales (de representación proporcional), puestos políticos muy desprestigiados. Pero no es cierto, la iniciativa, contempla que ahora todos los legisladores federales, sean plurinominales, pues en los Estados se elegiría por lista general, ya no por distrito de mayoría como ahora, al existir solo una lista estatal, todos son “pluris”, y su designación depende al 100% del partido que los postule. La iniciativa de AMLO, fortalece a los partidos, y le quita poder a la gente, porque estrictamente ya no votarán por una persona, sino por un logo, y el logo decidirá a quienes pone en sus listas.
No desaparece el INE, pero no será como lo conocemos, es posible que por la nueva figura, vuelva a depender del ejecutivo federal, como lo era hace 50, 60 años. Una larga lucha que le costó la vida a muchos opositores al PRI, tanto en la derecha y a la izquierda, fueron los que lograron que hoy México, tenga certeza de sus resultados electorales, con algunos negritos en el arroz. Concentrar las decisiones en un solo órgano de decisión, es una regresión, como lo es el privilegiar el financiamiento privado, el quitarle a los ciudadanos el poder votar por personas y no por partidos, y algunas cosas más que abordaremos en una segunda columna.
Abro el debate de las ideas, con fundamento de preferencia.