Educación, formación y capacitación
Lunes 15 de mayo de 2023
Por Benigno Martínez-Meneses
Muchas veces hemos escuchado en voz de nuestros futuros y actuales gobernantes que la Educación (lo que eso signifique…) sacará del atraso a nuestros pueblos. Nada nuevo bajo el sol. Inercias culturales.
Organismos internacionales han diseñado estándares para medir el estado en que se encuentran los servicios educativos de ciertos países o regiones. Continuamente publican estudios que utilizan poderosas herramientas como el benchmarking. Las comparaciones son odiosas pero necesarias. Sin indicadores no hay políticas públicas.
Según el Inegi (2010) , nuestro grado educativo en México es alrededor de 8.6; terriblemente complejo avanzar como país con ese nivel educativo. En casi cinco año, el gobierno federal ha nombrado a tres secretarios de educación pública. Así no AMLO, diría el clásico.
Necesitamos un acuerdo nacional para el diseño y elaboración de políticas públicas educativas para la próxima década.
Las instituciones de educación de superior, públicas y privadas, se están convirtiendo en fábricas generadoras de desempleados y, a la vez, en expendedoras de títulos universitarios. Se requiere un cambio urgente y rápido de nuestro paradigma educativo.
Los grandes pendientes de una necesaria reforma educativa pasa por una educación de calidad en el ámbito cívico, financiero y tecnológico, entre otros.
Así también, necesitamos profesores con vocación de servicio, pasión por la enseñanza, bien formados y mejor capacitados, además, de bien pagados.
Mientras tanto, los padres exigen educación de calidad y, los profesores sindicalizados vociferan: Unidad, Unidad, Unidad!
Estimado lector, recuerde que la mejor opinión es la de usted.
A botepronto: Educación cívica, financiera y tecnológica también les hace mucha falta a los dirigentes de los partidos políticos y, a sus simpatizantes y militantes, también.