De frente al pueblo
Terminaron las comparecencias en Hidalgo y con ello llegó a su fin uno de los ejercicios de transparencia y rendición de cuentas más importantes, donde los funcionarios de primer nivel, responsables del desarrollo y crecimiento del estado, responden a cuestionamientos directos de los legisladores locales. Y es que, aunque quien tiene la responsabilidad electoral, es el Gobernador Julio Menchaca, las y los Titulares de las Secretarías son corresponsables de los aciertos y errores; por ello pasar el escrutinio público es un requisito democrático fundamental que debería de ser permanente.
Como la mayoría de las figuras democráticas, la comparecencia tiene su antecedente en Atenas, a través de la Euthyna, un proceso mediante el cual los magistrados tenían que rendir cuentas al terminar su mandato. Este ejercicio, obligaba a los funcionarios a pasar el escrutinio público de manera rigurosa y frente a cualquier ciudadano que quisiera cuestionarlo; no era un simple trámite administrativo. Era, en esencia, un recordatorio contundente de que el poder no es un privilegio, sino una responsabilidad vigilada. El espíritu más elemental de aquella práctica ateniense era simple: quien gobierna, explica; quien administra recursos, responde; quien incurre en abuso, asume las consecuencias.
Pues bueno, con el antecedente ateniense se llevó a cabo un ejercicio “similar”. Durante dos semanas visitaron el Poder Legislativo Local, los encargados de la educación, la política interna, contraloría, obra pública, planeación, desarrollo económico, desarrollo social, salud, seguridad pública, procuración de justicia, agricultura, trabajo, turismo, cultura, transporte, medio ambiente y hacienda; todos con el objetivo de informar, explicar y contestar preguntas referentes a su gestión relacionadas con el 3er informe del Gobernador. Siendo quizá lo más relevante el impacto que tuvieron esas comparecencias en las redes sociales, lugar virtual donde ahora se desarrolla el debate público.
El Gobierno estatal está justo a la mitad del camino. Y el ejercicio que recién concluyó fue muy provechoso para la sociedad y para el Titular del Ejecutivo local. Por un lado, el pueblo hidalguense tuvo la oportunidad de comprender los datos que hay detrás de las decisiones; las acciones que alimentan las políticas públicas y los resultados que estás arrojaron para la colectividad. Por otro lado, el Gobernador pudo poner en la balanza los logros y desaciertos del equipo que lo acompaña, quienes deberían ser expertos en cada uno de los rubros de la responsabilidad que les confió.
Ejercicios como las comparecencias tienen su base en cuestionar y transparentar las políticas públicas, algo elemental para cualquier régimen democrático. Tener de frente al pueblo, debería de ser una oportunidad más que un suplicio; explotar el escrutinio público para demostrar liderazgo y conocimiento es vital para aspirar a mantenerse en el encargo y ¿por qué no? para soñar con algo más.
