China, Tepito, Trump y el Telegrama Zimmermann.
Por José Sandoval
Cosas del siglo pasado, en tiempos de Salinas de Gortari, el padre del TLC, inmigrantes coreanos se apoderaron de lo que se conoce como el “Bario Bravo” de Tepito, en los últimos años han sido expulsados pero no por el famoso “Cartel Unión Tepito”, sino por los comerciantes chinos, que se han comido por completo los locales y comercios de la zona para expender sus mercancías, el famoso barrio bravo, ya es barrio chino. Ahora no solo se comercia fayuca y piratería, sobre todo se comercian armas, drogas y todo lo que pueda sonar a prohibido.
Hace unos meses, Rogelio Ramírez de la O., secretario de Hacienda con AMLO y ahora con Sheinbaum, señaló que no hay un comercio justo o recíproco con la República Popular de China, pues mientras México, les vende 11 mil millones, México le compra a China 119 mil millones de dólares por año y eso que aquí en estas cifras estamos hablando del comercio legal, hay una balanza abiertamente desfavorable para México. Mientras en China es imposible por la legislación que triunfe un comercio extranjero, aquí en México, crecen como hongos los centros de mercancía china hasta el último de los municipios de México, haciendo quebrar en donde se paran a cientos de comercios locales, que no pueden competir contra los precios de ganga que expenden los comercios chinos, que pueden ofrecer esos precios, debido a que provienen del trabajo esclavo que los produce. No hay manera de competir.
China nos vende, pero no nos compra, y pues al parecer se hace muy poco por cambiar esta realidad, solo hasta hace muy poco se decidió imponer tasas de importación al calzado chino, que ya devastó la industria nacional de zapatos, haciendo cerrar a cientos de pequeños y hasta grandes productores de la región de León y Guadalajara. Lo que le ocurre a México, le ocurre al mundo, a América Latina en lo particular, los chinos se han apropiado ya hasta de las grandes obras públicas de varios gobiernos, a los que financian y endeudan. Esta es una de las tantas razones, por las que ganó Donald Trump en Estados Unidos, es el único político estadounidense, que les ha plantado cara a los chinos, durante su primer período de gobierno y ha anunciado que lo volverá a hacer, porque también EEUU está padeciendo el modelo chino de vender barato, mediante trabajo de esclavos del Siglo XXI contra el cual difícilmente competirá una empresa que da a los obreros prestaciones sociales.
Pero pues Trump y todos podrán ponerse de cabeza, pero la realidad es que China, al precio que sea se está apoderando de Occidente, sin pedir permiso. Ya sea en Tepito o Sinaloa, los comerciantes chinos han pactado la producción de drogas entre ellas el Fentanilo, que luego va a parar a las calles de México, Estados Unidos principalmente y el resto del mundo. Es 200 años después la misma “guerra del opio” mediante la que China fue dominada por Inglaterra. Aprendida la lección ahora la ocupan en contra de Occidente, envileciendo las juventudes. Y ahí es donde las amenazas de Trump contra México, pueden enfrentar el equilibrio, EEUU no podrá asfixiar la economía mexicana mediante la imposición de altas tasas arancelarias, nomás porque al gringo se le ocurra o considere pertinente por la migración y las drogas, antes tendrá que sopesar el lado chino, que gustoso podría entrar al rescate de México en su frontera sur. Ellos también leen el New York Times todos los días.
Y seguramente conocen como ustedes el contenido del telegrama Zimmermann, que hace un siglo, le ofreció a México, una alianza para enfrentar a Estados Unidos. Total ya pactaron con el Cártel de Sinaloa y el de Tepito, solo hay que tener presente que ni en el siglo XX, ni en el XXI, ganaría México.
