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Anular la elección judicial

Anular la elección judicial
  • Publishedjunio 20, 2025

Economía versus Política
César Peña *


La abierta manipulación y condícionamiento del voto en la pasada elección judicial con el Operativo Acordeón, desplegado en casi toda la República Mexicana, es una poderosa razón para que el proceso sea anulado. Se trastocaron todos los principios de la democracia como la libertad, el voto informado y se resucitaron prácticas del priísmo como el acarreo, el voto corporativo y todo lo que a los morenistas con corazón priísta se les ocurrió.


Cuando Wilhelm Reich enunció hace más de medio siglo que ninguna gran obra puede lograrse con métodos viles, es cuando vienen a la mente los discursos de muchos morenistas y funcionarios, que arrogantes y cínicos, afirmaron que fue una elección ejemplar y que si bien tuvo algunas falla menores, resultó todo un avance.


Vamos a partir de lo que llaman “avance” los morenistas al señalar que es la primera vez que el pueblo eligió democráticamente a sus ministros, magistrados y jueces. De entrada, el pueblo no lo hizo con conciencia pues llevaban una lista elaborada previamente por funcionarios y la cúpula morenista por lo que ya quedó pisoteado el principio democrático.


Si bien anteriormente a los ministros los postulaba el Poder Ejecutivo y Legislativo, simulamos avanzar pues es claro que los acordeones no los elaboraron las bases morenistas, sino los mismos dirigentes enquistados en los poderes Ejecutivo y Legislativo, es decir, pasamos de lo real a lo simulado.


Peor aún es que los autores de los acordeones utilizaron las estructuras de Gobierno y hasta pagaron inserciones en redes sociales para inducir el voto en favor de los palomeados desde arriba.


Antes, el prianismo, en la época del dedazo, pagaba por el voto para su gallo. Hoy Morena estrena métodos más siniestros pues obliga a sus bases a votar de manera gratuita por sus candidatos sin más incentivo que “son los mejores” y “tienen historia de lucha”.


Aprovechando que las bases son fieles y creen aún en lo que dicen sus gobernantes, estamos transitando a la era del cinismo en la que los propios triunfadores deberían tener también un poco de vergüenza por esta victoria con sabor a trampa, validada hasta por Claudia Sheinbaum.


Hoy Morena sabe que esos 13 millones de sufragios son la fuerza de su voto duro, que los tendrá garantizados en cualquier condición y bajo cualquier clima, claro, hasta que despierten y se den cuenta de la mapachada de su instituto político secuestrado por priístas y la clase empresarial.


¿Avanzó México con esta elección judicial? Si hubiera sido honesta y sin manipulación, no tengo la menor duda de que habrían dejado callada y sepultada a la oposición, pero así, sólo dejaron constancia de que los vicios y la celada no habitan solamente en el vulgo sino que no tienen partido ni color y pueden renacer en cualquier lado.

  • Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia.

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