Participación Política: Paralelismos entre la Antigua Grecia y la Actualidad
Jair Samuel Hernández Pérez
Idiota: En la antigua Grecia, el término “idiotes” se refería a una persona que no participaba en asuntos públicos o políticos. Originalmente, tenía el sentido neutral de “persona privada” o “individuo común”, en contraposición a aquellos que estaban involucrados en la vida pública o política de la ciudad.
y eventualmente el término evolucionó para referirse a alguien que carece de inteligencia o juicio.
La comparación entre las personas desinteresadas en la política hoy en día y el concepto de “idiotes” en la antigua Grecia sugiere similitudes en cuanto a la falta de participación en asuntos públicos. En la antigua Grecia, ser un “idiotes” implicaba no involucrarse en la vida política de la ciudad, lo cual podía percibirse como una falta de compromiso cívico. Del mismo modo, hoy en día, hay individuos que muestran desinterés por la política, ya sea por apatía, desconfianza en el sistema político, o simplemente por priorizar otros intereses.
Pero no culpemos de todo a las nuevas generaciones, quizá solo son victimas de su entorno, un entorno completamente digitalizado lo que conlleva al fenómeno de la inmediatez y el seguimiento de influencers que no necesariamente tienen habilidades especializadas puede relacionarse con la cultura contemporánea de las redes sociales y la búsqueda de entretenimiento instantáneo. En un mundo saturado de información y estímulos, muchas personas optan por seguir a influencers que ofrecen contenido fácilmente digerible, aunque no necesariamente valioso en términos de conocimiento o habilidades. Esto puede llevar a una generación de jóvenes que, al estar acostumbrados a obtener gratificación instantánea sin esfuerzo, puedan desarrollar expectativas poco realistas sobre el éxito y el reconocimiento.
En cuanto a la política contemporánea, este fenómeno podría reflejarse en la preferencia por líderes carismáticos pero carentes de experiencia o competencia en áreas específicas. La creencia de que se puede ganar todo sin esforzarse o sin tener méritos tangibles podría influir en la percepción de la política como un terreno donde el éxito se obtiene más por la imagen y la retórica que por el conocimiento y la capacidad.
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