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Los caciques caminan impunes en Hidalgo

Los caciques caminan impunes en Hidalgo
  • Publishedoctubre 7, 2025

Por Cesar Peña

La aparición pública de Gerardo Sosa al frente del feudo llamado Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) sólo puede significar una cosa: ese personaje sigue impune y su estructura de poder no siente la menor amenaza de parte de un Estado incapaz de doblegar ese cacicazgo que ha sobrevivido por décadas.


De hecho, es tal la permisividad del sistema de justicia, que Gerardo Sosa, un criminal sentenciado, ordenó la suspensión de clases el pasado viernes 3 de octubre para sacar a incondicionales y presionados, a marchar en favor de la “autonomía”, el tecnicismo más prostituido que en realidad se traduce como “no se metan en mi Universidad”.


No se puede hablar que Gerardo Sosa haya reaparecido, sino más bien que salió a las calles para intentar limpiar su oscura imagen ya que siempre ha estado omnipresente y manejando a su antojo a través de sus títeres como el rector Octavio Castillo Acosta, un pelele acomodaticio que nunca ha sido capaz de tener dignidad misma ha sido fulminada a cambio de carretadas de billetes y privilegios.


Y como decía, ese día Gerardo Sosa y sus secuaces suspendieron labores sin ninguna consecuencia, utilizaron recursos públicos para desplazar académicos, trabajadores y estudiantes sin que nadie en las altas esferas se inmute ante tanta barbaridad.


Precisamente aqui es dónde nos preguntamos si existe una intención real del Gobierno Federal y Estatal de desbaratar los cacicazgos o sólo son cómplices como se vio en la historia inmediata cuando Morena realizó una perversa alianza con el Grupo Universidad para las elecciones municipales del 2020, entregándole más poder en los municipios y el Congreso del Estado.


Sosa no es el primer cacique moderno que está cobijado por el poder: el Grupo de Omar Fayad, el famoso GPI, es otro que con los mismos tintes sigue protegido y bendecido pese a las innumerables pruebas de sus fechorías y crímenes.


Existe entonces una actitud repetitiva y sistemática de protección a la criminalidad de cuello blanco, lo que nos lleva a la incuestionable tesis de que Hidalgo seguirá invadida de caciques por muchos años o tal vez, varias décadas más.


Cuando no se declara en las alturas el combate a las estructuras de la corrupción, en los escalones de abajo se fomenta y se aplica el simular la aplicación de la justicia para que todo siga, sin alteración alguna.

  • Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia.

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