La lucha por la agenda política por José Sandoval
Andrés Manuel, lleva al menos 4 años marcando la agenda diaria, semanal, mensual y anual de los temas que le importan y muchas veces también los que no le importan a la opinión pública, pero que al final del día siguen siendo conversación en todo el país.
Un día se levanta y habla de que España debe pedir disculpas a México, por la Conquista de hace 500 años, otro día hace una lista de todos los posibles aspirantes de la oposición para 2024, otro día, les endilga el sobre nombre de “corcholatas” a los aspirantes de su partido a sucederlo en el poder. Habla de todo, de inseguridad, de la guerra en Ucrania, de Chico Che, de la derechización de la UNAM, de los aspiracionistas como calamidad, de Loret de Mola, de Carmen Aristegui, etc.
La fuerza de su conferencia mañanera, pocas veces ha tenido que ser desviada hacia retomar temas que introducen otros actores, solo Loret de Mola, lo ha hecho salir de sus casillas algunas veces, tanto que incluso le apuesta dejar de ser Presidente, con tal de que el yucateco se retire del periodismo. La norma es que López Obrador, dicta la agenda y todos incluida la oposición en contra de su voluntad se suman a la misma, y habla de lo que el Presidente quiere hablar. En su territorio, regularmente los domina.
Por primera vez en 4 años, la oposición ha logrado colocarse al frente de la agenda y lo ha hecho con una entelequia, igual que muchas veces lo ha hecho AMLO, el tema del INE no se toca, es una verdad relativa, verdad a medias y muy engañosa, porque en realidad nadie está planteando desaparecer el INE, solo reformarlo. Sin embargo, con ese tema, hoy la oposición a AMLO ha logrado dominar la agenda pública, y lleva una semana por lo menos arriba en la discusión de polarización entre si debe protegerse al INE o desaparecerlo, disyuntiva falsa, pero que ha causado y seguirá causando ruido, gracia a que López Obrador impulsa una Reforma Electoral, que es poco clara en varios aspectos y que deja entrever la posibilidad de un retroceso político, que amenaza la pluralidad de los mexicanos, de un plumazo. Es decir el petate del muerto.
AMLO, acusa a los promotores de la defensa del INE, de ser clasistas y racistas, aunque tampoco eso tenga nada que ver con la naturaleza de la protesta, Andrés Manuel, lo que busca es recuperar el control de la agenda y llevarlos al terreno donde el domina, a la polarización de clases sociales, donde todo el que tenga una crítica a su gobierno lo hace porque perdió sus privilegios o es clasista y racista, cuando el argumento que presentan en la marcha a favor del INE es que prevalezca la pluralidad y no vaya a parar el INE a manos del control del Presidente y sus adeptos, que el instituto electoral siga garantizando la equidad, es un tema de instituciones, no de clases sociales, donde todos tengan posibilidad de competir por los cargos públicos. Existe el temor de ir hacia rutas, como la de Bolivia, Venezuela y Nicaragua.
Le han ganado de tal manera la agenda en la última semana que la marcha tuvo una excelente respuesta social, y se convierte en la más nutrida protesta contra el gobierno de AMLO de manera implícita. AMLO, tendrá que sacar de su chistera o bolsa de mago de la comunicación política algo que rompa la inercia, de lo contrario el tema del INE y su supuesta desaparición seguirá marcando la agenda, situación que podría incrementar el dolor en la cabeza del huésped de Palacio Nacional. Tal vez el mundial y el Tata Martino, le ayuden, porque la Reforma Electoral, mal manejada, puede durar un tiempo más.